El duende sólo habla
de minutos robados,
de distancias inmensas,
que al tiempo laceran.
La daga de un segundo
o las garras de un minuto,
crean abismos ciegos
que no puede cruzar.
Que un alma desfallece
de sed, en los desiertos
de las horas que no estás.
Mañana es otro día,
otra luna, otro sol.
de minutos robados,
de distancias inmensas,
que al tiempo laceran.
La daga de un segundo
o las garras de un minuto,
crean abismos ciegos
que no puede cruzar.
Que un alma desfallece
de sed, en los desiertos
de las horas que no estás.
Mañana es otro día,
otra luna, otro sol.
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