Te sentí desde el primer momento
como al mar, al que adoro y al que temo,
me tomaste como él, así, en oleadas
y yo quisiera que me devoraras,
que llevaras mi alma y mi cuerpo
hacia el abismo incierto, eterno.
Aunque después, como él,
devolvieras a la playa los desechos.
Sentirme en tus brazos sería el cielo,
Como entregar a sus fauces mis anhelos
y morir, limpiamente, sin recelos;
a la hora en que mueren los que vuelven
en odas, en canciones y en recuerdos.
Cubrir el lecho que me acunara eterno,
con las flores que pudiera darte en versos.
Si nací en el momento
que tocaste mi cuerpo,
si murió mi pasado
con el primer te quiero,
si algún día te pierdo...
moriré sin remedio.
como al mar, al que adoro y al que temo,
me tomaste como él, así, en oleadas
y yo quisiera que me devoraras,
que llevaras mi alma y mi cuerpo
hacia el abismo incierto, eterno.
Aunque después, como él,
devolvieras a la playa los desechos.
Sentirme en tus brazos sería el cielo,
Como entregar a sus fauces mis anhelos
y morir, limpiamente, sin recelos;
a la hora en que mueren los que vuelven
en odas, en canciones y en recuerdos.
Cubrir el lecho que me acunara eterno,
con las flores que pudiera darte en versos.
Si nací en el momento
que tocaste mi cuerpo,
si murió mi pasado
con el primer te quiero,
si algún día te pierdo...
moriré sin remedio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario