Detuvo su carrera
Corcel Blanco.
Tendido en la pradera
ya sin fuerzas,
mira el cielo y espera
que se haga la noche
sin estrellas,
que las flores marchitas
pronto mueran.
Y el Duende
que a mis pies se desvanese
me susurra
se ha ido, no lo esperes.
Cascadas de dolor
brotan de mis ojos
y se rompe en mil pedazos
mi pobre corazón.
17/02/1985
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