Yo no soy los bienes que poseo
ni este cascarón que llevo puesto.
Soy, la sonrisa que se brinda
el apretón de manos, la caricia;
soy, quien sin ir por tu camino
va junto a ti, sin prisa.
Soy la agradable sombra de mis días.
La luz brillante y delicada de la noche.
En esencia soy ansia de libertad
y libertad lograda.
soy la perla que forman con paciencia
las sustancias que deja la experiencia.
También soy inteligencia,
además soy amor,
amor que me comprende
y me perdona,
que me observa
y me corrige,
que me aprueba
y me bendice.
1 comentario:
Gladis:
me ha encantado la frescura de tu poema ...uno sabe que es esa caricia que recibimos...
te invito cuando quieras a pasar por mi blog
cariños
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