He mirado a través
pude ver!
No están vacías,
hay un brillo especial
que ya conozco.
El duende de la vida
a despertado,
insinúa erguirse
y otra vez; como antes,
danzó cansinamente,
tarareó en mis oídos
y estrujó el corazón,
que casi se derrama.
Volqué mi alma entonces
y como antes... rebosaba
cuanto más se volcaba.
Feb/94
1 comentario:
Debi haber leido este poema hace mucho tiempo...
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