Doy gracias a Dios y a la vida
por el tesoro incalculable
de tu amor, madre,
Tan suave y etéreo
que me envuelve
y no me ahoga,
me abraza
y no me oprime.
Porque puedo ser niña
y volver a tu regazo,
cada vez que me duele
ser grande.
por el tesoro incalculable
de tu amor, madre,
Tan suave y etéreo
que me envuelve
y no me ahoga,
me abraza
y no me oprime.
Porque puedo ser niña
y volver a tu regazo,
cada vez que me duele
ser grande.
-1986-
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