En cada mirada busco una sonrisa
y en cada palabra, viaja una caricia.
Me rozan tus manos y el beso más tierno
sacude mi cuerpo y se enciende el fuego;
alcanzo la cima de la dicha plena
y entonces, deseo se detenga el tiempo,
para que en tus brazos, mi nido de afectos,
comience un tiempo, perfecto y perpetuo;
ése, que he soñado y nunca he tenido.
Rebosa mi alma del vago dulzor,
que da la esperanza de un sueño cumplido
y cuando te vas, con mi pensamiento
trato de acercarte, a cada momento;
invento caricias y osada en mi intento
me uno a tu vida con lazos eternos.
2009
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