Al dulce contacto de tus labios
fantasías eternas le suceden.
Ni mi cuerpo que transforma
este claro sentimiento,
en pasión, calma y deseo,
cristaliza la fuerza de mis sueños.
Se agiganta el amor que por ti siento
y me duelen los días que no fueron.
Enlazada tu mano con la mía,
embriagada de amor, me entrego
y ese fuego que quema mis entrañas,
es la prueba que esperaba con anhelo:
He encontrado el amor
y no es un sueño!
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